Hoy quiero traerte una de las primeras lecturas que llegaron a mí cuando comencé este viaje. Al leerlo no solo me hizo ruido sino que además no estaba de acuerdo y creía que lo que decía no era tal. Obviamente tenía que ver con mis creencias sobre el amor y sobre las relaciones de pareja.
Comencé reflexionando que si me hacía tanto ruido, algo había ahí que debía mirar, revisar y re-pensar. Trabajar con nuestras creencias, identificarlas, examinarlas y poder ver cómo nos marcan en la vida cotidiana no es una tarea fácil ni de un día, lleva constancia y sobre todo autoobservación. Ser consciente de lo que decís, pensás, haces, lo que te enseñaron es un trabajo diario y la meditación es uno de los caminos que podes utilizar para dar esos pasos.
Te dejo este hermoso texto y ojalá pueda hacerte tanto ruido a vos como me hizo a mí para que empieces a re-pensarte.
“Sólo cuando estás bien contigo mismo, puedes estar bien con los demás.
Sólo cuando manejas tu soledad, puedes manejar una relación.
Necesitas valorarte para valorar, amarte para amar, respetarte, para respetar y aceptarte para aceptar, ya que nadie da lo que no tienes dentro de sí.
Ninguna relación te dará la paz que tú no crees en tu interior.
Ninguna relación te brindará felicidad que tú mismo no construyas.
Sólo podrás ser feliz con otra persona cuando seas capaz de decirle bien convencido: «No te necesito para ser feliz».
Sólo podrás amar siendo independiente, hasta el punto de no tener que manipular ni manejar a los que dices amar.
Sólo se podrá ser feliz cuando dos personas felices se unan para compartir su felicidad, no para hacerse felices la una a la otra.
Para amar necesitas una humilde autosuficiencia Necesitas autoestima y la práctica de una libertad responsable.
Pretender que la otra persona nos haga felices y llene todas nuestras expectativas es una fantasía que sólo trae frustraciones.
Por eso, ÁMATE mucho, madura, y el día puedas decirle a otra persona: «sin ti me la paso bien»
Ese día estarás preparado para vivir en pareja.”
Gracias a Olga Torely, Monasterio «SOL» por estas palabras que me ayudaron a re-pensarme.
Maru
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