Hubo un momento en mi vida, luego de una gran crisis, un tocar fondo, dónde estas leyes me ayudaron a retomar mi búsqueda y el viaje hacia mi misma. Esta lectura llegó para ayudarme a ver las situaciones desde otra perspectiva. Hoy las traigo porque quizás a vos también te puedan ayudar…
Hay momentos en la vida en el que nos sentimos más perdidos que nunca… Dicen que ese es el momento de un encuentro. Un encuentro con nosotr@s mism@s, con nuestros miedos, nuestros abismos, con nuestra alma. Si este texto llega a tus manos, no es por “casualidad”, sino porque hay algo que necesitas comprender…
Muchas veces oímos hablar sobre las casualidades, pero… ¿existen realmente? La verdad que no… Nada sucede porque sí… Todo tiene una razón de ser, aunque no la sepamos… Todo es «causal», nada es «casual». Todo lo que llega a tu vida, cada situación por la que pasas, es por algún motivo.
“La espiritualidad va más allá de lo material y lo terrenal. No es una religión ni una doctrina, la espiritualidad es cuidar y mimar nuestro interior, dejar que nuestro corazón salte los abismos que crea nuestra mente y cultivar nuestros valores humildemente…”
Hoy hablemos de las «Cuatro Leyes de la Espiritualidad» que se enseñan en India y que hablan justamente sobre esto:
- “La persona que llega es la persona correcta”
Esta es la primera de las leyes, nos enseña que nadie llega a nuestras vidas por casualidad, todas las personas que nos rodean, que interactúan con nosotros, están ahí por algo, para hacernos aprender y avanzar en cada situación. A cada momento y en cada encuentro, todos nos aportamos algo. Cada persona, sin excepción tiene algo que decirnos.
“Cada persona que pasa por nuestra vida es única. Siempre deja un poco de sí y se lleva un poco de nosotros. Habrá los que se llevan mucho pero, no habrá quien no deje nada. Esta es la prueba evidente de que dos almas no se encuentran por casualidad.”
-Jorge Luis Borges- - “Lo que sucede es la única cosa que podía haber sucedido”
La segunda ley nos muestra que nada, pero nada, absolutamente nada de lo que sucede en nuestras vidas podría haber sido de otra manera. Ni siquiera el detalle más insignificante.
No existe el: “si hubiera hecho tal cosa hubiera sucedido tal otra…”. No. Lo que pasó fue lo único que pudo haber pasado, y tuvo que haber sido así para que aprendamos esa lección y sigamos adelante.
Todas y cada una de las situaciones que nos suceden en la vida son perfectas, aunque nuestra mente y nuestro ego se resistan y no quieran aceptarlo.
“Somos una casualidad llena de intención.” - “En cualquier momento que comience es el momento correcto”
La tercera de las leyes nos dice que todo comienza en el momento indicado, ni antes, ni después. Cuando estamos preparados para que algo nuevo empiece en nuestras vidas, lo atraemos para poder disfrutarlo, y entonces, es allí cuando comenzará.
“No esperes que llegue el momento perfecto… Toma el momento y hazlo perfecto”. - “Cuando algo termina, termina”
Por último, la cuarta de las leyes nos muestra lo simple que es, aunque muchas veces estemos atados a un sinfín de historias, resistencias y emociones. Si algo terminó en nuestras vidas, es para nuestra evolución, por lo tanto es mejor dejarlo, aceptar, seguir adelante y avanzar ya enriquecidos con esa experiencia. Apegarnos genera dependencia, malestar e inseguridades.
“Deja fluir, no te aferres a nada ni a nadie, todo tiene su momento en nuestras vidas y también tiene un porqué”.
Creo que no es casual que estés leyendo esto, si esta nota llegó a tu vida hoy; es porque estás preparado para entender que ningún copo de nieve cae, alguna vez, en el lugar equivocado.
Que tengas un hermoso transitar.
Con amor,
Maru
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